Buenos días, un día más, aquí estoy…de vacaciones, es miércoles 15, festivo, y para mi desgracia, falta un día menos para que se me acaben las vacaciones, sin duda, estas dos semanas se hacen cortas, el lunes 20 otra vez de vuelta a la dura y calurosa realidad, al trabajo diario, y pasarme horas introduciendo datos, y arreglando problemillas que aparezcan, es lo que hay.
Lo cierto es que siempre he soñado, con dedicarme a lo que realmente me gusta, aunque sé que es muy complicado, y a

día de hoy, imposible cumplirlo al 100%, lo cierto es que mi fantasía de trabajo es la de muchos, dedicarme profesionalmente al deporte que me apasiona, en mi caso, el baloncesto, el único deporte verdadero, está claro que como jugador, no lo conseguiré, con 38 años camino de 39, una rodilla que a día de hoy está hecha polvo y mis limitaciones físicas, con 192 no puedo jugar de interior en equipos de nivel, si midiera 205, pues quizás si hubiera podido, pero con 192, la cosa esta difícil, solo me queda un camino, que sería ser el entrenador, pero antes debería sacarme el título nacional de entrenador, vaya debería sacarme el nacional y todos los que hay por debajo, algo que hace muchísimo tiempo que medito, y que aunque jamás vuelva entrenar a un equipo, hare, no sé si pronto o tarde, pero tengo la intención de hacerlo, me gusta demasiado este deporte, y lo cierto es que me apetecería saber más, entenderlo más, analizarlo más y mejor, soy de los que piensa que siempre se puede mejorar, aunque solo sea un poco, pero si empre se puede mejorar.

Así en vacaciones, estoy mejorando, estoy perfeccionando mi forma de relajarme, que van desde hacerme el muerto en el agua cristalina del mar de alboran, ha saltar a la piscina en modo bomba, jugar con mi hija Carla y hacerla reír, cenar con mi mujer en el Diego donde ayer nos zampamos unos mejillones, unas almejitas, un pulpito a la gallega y una ración de queso en aceite, jugar con mis sobrinas y dejar que con un churro de esos de playa, de esos de poliexpan, a modo de espada de luz o espada de los Starck ( es que también estoy zampándome la segunda temporada de juego de tronos, serie que os recomiendo encarecidamente, muy buena, pero muy , muy buena) hacer una guerra contra mi hija y sobrinas, en todo eso y algo mas, estoy mejorando, poco o mucho, más o menos, pero mejoro, la única que no mejora es mi rodilla, que se me vuelve a hinchar como una condenada, pero bueno, es lo que tiene tenerla cascadilla, que le vamos a hacer, tirare de voltaren y hielo, que así encima tendré un poquito de fresquito, porque en Almería…fresco…poco o ninguno, porque si bien el Cabo de Gata es un paraíso, porque lo es y mucho, a nivel de temperatura, en agosto…es mas cálido que el mismísimo infierno.

Ayer por cierto, apareció en mi, una faceta que hacía tiempo tenia olvidada, la de cazador o mejor dicho pescador, no pescador nocturno de bar o discoteca, que esa ya hace no mucho…si no siglos que la tengo olvidada, si no la de pescador con cazamariposas, le “robe” 10 min las gafas de buceo y el cazamariposas a mi cuñado, y me metí en el agua, con la idiota esperanza de pescar un pececillo para las niñas, para que lo vieran, y persiguiendo a uno…me cruce con un octópodo, un bellísimo ejemplar de pulpo, no muy grande, mediría de cabeza a fin de los tentáculos como mucho 15 o 20 cm, pero tuve la suerte de atraparlo, y para mi hija, y mis sobrinas, fue todo un descubrimiento, a Carla no le hizo excesiva gracia todo sea dicho, pero a mis sobris, y a 5 o 6 críos mas de la playa, les hizo muchísima, Carla veía al pobre pulpo y se asustaba, aparte que me gritaba :
- Papa no toquis ( Papa no toques)
Y menos cuando veía que el tentáculo del octópodo se enganchaba en mis dedos, pero mis sobris lo llegaron incluso a tocar, el pobre animal, asustado, nos tiro un par de veces tinta, vaya que teníamos pulpo en su tinta dentro de un cubo de la Dora Exploradora o de la Hello Kitty, ahora mismo no recuerdo bien de cuál de los dos…o era en ambos porque lo pasamos de uno a otro, la verdad, es que ayer, en la playa de Las Negras, por 10 min, fui el rey, con mi pulpo en su cubo, luego soltamos al pobre bicho, y también hubo castañas entre los críos para soltarlo, todos querían ser quien dejara al pulpo libre.

Pero lo cierto que entre el pulpo, y nadar un buen rato con Carla en el agua del mar, mientras mirábamos los pececillos que nadaban a nuestro alrededor, todo eso, hizo que ayer fuera un día casi perfecto, me falto jugar un rato a baloncesto, hubiera sido entonces redondo, playa, juegos, nadar, cazar, cenar en buena compañía…si, sin duda hubiera sido el colofón para un día casi perfecto.
Deja una respuesta