Cosas de cuando era crio

Buenos días, bon giorno….es viernes, día de la alegría contenida, día que dices…va ocho horitas mas…y para casa…y la verdad…serán 8 horas mas que largas, pero después..2 días de merecido descanso.

Hoy os voy a contar una anecdotilla, relacionada con los más pequeñajos, veamos mi hija, es de las que desde su cama, te llama y te dice :

• Papa, papa, vine ( papa, papa ven)

Y luego cuando vas…o esta frita otra vez, o te pide un biberón, o directamente que la cojas en brazos y que la lleves a la cama del papa y la mama…y ojo encantadísimo que estoy.

Bien los pequeñajos tienen sus cositas, y yo de pequeño, tenia las mías, una de ellas, es que cuando estaba en el pueblo mas maravilloso del mundo (para mi of course), es decir Cistella (alt emporda), pues digamos que tenia mucho campo para hacer alguna que otra…travesura, bueno travesuras y no travesuras, tenia tiempo de todo, que me pasaba casi 3 meses allí, es mas cuando volvía a Barcelona y hablaba con la gente, digamos que no me acababan de entender, ya que cogía el acento y el particular vocabulario del emporda, yo que se, por ejemplo pedía garrotes, cuando en catalán barcelonés son pastenagues (zanahorias) y como ese un sin fin de ejemplos.

Pero vaya que me desvío del tema, y no es plan, bien como decía, siendo pequeñajo, con 6..7 años, me levantaba muy temprano, como a las 6 AM y daba la tabarra con que quería ir a la plaza, y hasta que no lo conseguía pues ala a dar el coñazo, hasta que no veía con mis propios ojos, que no había ningún amigo Mio por allí…no me convencían de volver a casa, y una vez en casa…a mas tardar las 8 AM ya estaba haciendo folión por la casa.

Como es un pueblo pequeñito, si algo así como los del anuncio ese de isostar (creo que es de isostar vaya) de déjate adoptar por un pueblito majo, bien, pues como era y es un pueblo pequeño, hay poco movimiento de coches y similares, y es bastante seguro salir a la calle, por aquel entonces..las calles del pueblo, eran de tierra…y hasta que no cumplí bien bien…17 o 18 no las asfaltaron (voy a Cistella desde que tenia 8 meses), pues bien, la coña es que cogía, y salía a la calle a jugar, mi padre, que venia los fines de semana, porque trabajaba, pues se quedaba roncando en su cama.

Yo o bien me iba con mis amigos,o si no me iba a ver a la vecina, la entrañable Sra. Pilar y a su marido, el Sr. Ferrer (allá on sigui Sr. Ferrer un peto i un abraçada) y bueno..me subía a su casa sin llamar ni nada, entraba en la cocina comedor, y  le decía a la Sra. Pilar o que tenia sed, o hambre, y siempre tenia o el botijo para beber…o me preparaba un estupendo pan con tomate, aceite, sal y chocolate, por cierto…los guisos de la Sra. Pilar…IMPRESIONANTES, que manos para la cocina y también que productos mas frescos, o de su huerto…o de sus cerdos, material de primera siempre.

Bien pues como decía a veces estando en su casa, hacia un par de cosas, como comentario decir que me encantan los animales, y nunca me han dado ningún miedo, bien pues mas de una vez había “limpiado” al gato, al Nyigo-nyigo (ñigo-ñigo), metiéndolo en el lavadero y pobre bicho jamás de los jamases me araño, o me llevaba un conejo o pato a casa para jugar.

Pero lo que mas me gustaba llevarme a casa para jugar, era otro animalito, imaginaos, un crío de 6 o 7 años, alto, porque siempre he sido alto, delgado, porque era delgadísimo, con lo que aun parecía mas alto, que bajaba de casa de la vecina, con algún bicho entre manos, en este caso, el mas habitual, era bajarme con un…cochinillo, con un lechón, salía de casa de la Sra. Pilar, bajaba las escaleras, salía a la calle, con un cerdito que era casi tan grande como yo ( no entiendo como nunca se me escapo ninguno), entraba en mi casa, subía las escaleras marrano en mano, iba a la habitación de mis padres…y  despertaba a mi padre con un:

• Papaaaaaaaaaa mira que he troobaaaaaat a casa la Sra. Pilar ( Papaaaaaaa mira lo que he encontrado en casa de la Sra. Pilar)

Y le enchufaba a mi dormido padre el gorrino en medio de la jeta, o directamente se lo ponía encima de la cama….lastima que en esa época no hubiera Iphones para inmortalizar el momento…porque los sustos que le metía a mi padre con el lechón eran tremendos.

En fin, otra vez, perdí una supuesta rana en el patio, y me lleve un disgustazo porque como no había agua, estaba seguro que la rana había palmado…una semana después, mi padre la encontró…y de rana nada…era un sapo de un palmo de largo, que mi padre cogio con una pala y se llevo a la calle.

En fin en el pueblo, llevaba a casa todo tipo de bichos, sapos, ranas, tritones, gatos, perros, cerdos, conejos, patos, y si no nos encontrábamos que por la chimenea se colaban todo tipo de pájaros..no sabéis el susto que os puede dar un Búho cuando entras y te lo encuentras mirándote fijamente encima de  la lámpara…pero eso es otra historia que algún día quizás os cuente.