Buenos días, es jueves, 17 de octubre de 2013 ese año que tiene rima fácil y algo pasada de vueltas y que no diré, pero que todos habéis hecho al acabar de leer el nombre.
Hoy (bueno ayer, porque esto lo escribo el miércoles y saltara el jueves) me ha dado por mirar el programa TOP Chef, que la verdad me gusta, y me gusta, porque mientras lo miramos, tengo a mar, enganchada a su iphone, hablando con un amigo mío sobre el programa y yo que por mi lado voy twitteando cosas del mismo por una de mis dos cuentas de Twister, curiosamente en la menos normal, en la que en teoría, habla de baloncesto, pero como cree un hashtag #duskochitotefacts y en que hacemos una mezcla de baloncesto cocinil divertida…bueno a mi al menos me divierte.
La verdad, es un rato entretenido, y ayer, por desgracia, echaron a uno de mis favoritos, al chino Hung Fai, pero bueno, que lo hayan echado no va a hacer que deje de ver el programa.
La verdad, mientras están echando a Hung Fai ( cosa de 10 min. debe hacer) estoy dando vueltas a mi cabeza para saber sobre que interesante tema o que curiosa anécdota os voy a contar hoy, y la verdad…se me ocurren un par, que tienen relación culinaria, así que con vuestro permiso…o sin él, procederé.
Como apunte, decir que me encanta comer, me apasiona comer, y me apasiona comer bien, tengo buen paladar, pero escasa cartera, y eso es algo que la verdad a veces limita un poco, pero también es cierto que prefiero ir 1 vez a un buen restaurante, que 10 a otros que no me digan ni mu.
Dicho esto, os cuento, una vez, en una acampada, en que yo debería tener unos 16 o 17 años, los monitores, decidieron que cada tienda, iba a cocinarse su propia comida del día, así que nuestra tienda, que éramos un poquito la de los rebeldes sin causa, nos toco cocinar si queríamos comer (como todo el resto ojo), así que nos explicaron, como hacer una tortilla de patatas.
Así que ya ves a 4 o 5 tíos, pelando patatas…con en mi caso, un cuchillo de montaña de unos 15 cm de hoja….el cuchillo de Rambo al lado del mío era una mariconada, y el resto, que iban mas o menos igual…no se debíamos creer que en las montañas del pirineo nos iba a atacar una jauría hambrienta y desenfrenada de osos pardos d 3 metros de altura y 400 Kg. de peso…porque el cuchillo de cada uno era para como mínimo despellejar osos.
Bien, tras dejarnos unas ¼ parte de patata por el camino, procedimos a su corte…evidentemente…nadie lo corto del mismo grosor, ni tamaño…ni nada…y procedimos a freír un poco las patatas, mientras otros batían huevos…la verdad, no se cuantos, pero un huevo de huevos, no se cuantos pero muchos, ya que teníamos un paellote de dimensiones no considerables, si no lo siguiente, así que patatas a freír, sal, huevos a batir, y aquello que lo mezclamos todo …y venga, a hacer tortilla, entre medias, alguien o se le cayo algo al suelo, o lo pillo del suelo…no lo se…pero si recuerdo que algún animal…seguramente yo, pillo unas briznas de hierba de por allí…para dar sabor…
Un momento culminante…fue darle la vuelta a la tortilla…porque era un torillon de 3 pares de cojones, pero no se como conseguimos darle la vuelta…eso si entre tres tíos…y sin quemarnos ni nada, la tortilla iba pillando forma…y color…y esos toques de verde le daban hasta una bonita imagen.
Al final, toco comernos nuestra obra maestra….y quedo claro…que no servíamos para cocinar, conseguimos una tortilla de patatas, con imagen de tortilla de patatas…que sabia a patata…y a huevo…pero por separado, mala no es una definición suficientemente explicita para definir a nuestro engendro culinario, eso, si, dijimos que estaba de puta madre…y nos la comimos entera…pero era rematadamente asquerosa.
Sin duda alguna, hubiéramos sido victimas merecidas de alguna invectiva de Chicote en el caso de que hubiera tenido la desgracia de probar ese intento fallido de tortilla de patatas.
Así si…como la destrozamos nosotros…no
Con el tiempo y los años, yo, he aprendido a hacer un plato, que me queda muy bueno, pero solo es uno, que son unos espagueti Alfredo…versión Perramón, algo que ya conté un día, ya que los hice con mi hija, y fueron los mejores espagueti del mundo…
Deja una respuesta