Hace un rato, unos 45 min un compañero de equipo sin querer me ha pegado un codazo en la cara, un codazo que traducido en daños equivale a un ojo hinchado y algo dolorido y que equivale tambien a una excusa para hacer el burro en instagram y tomarme una cerveza fresca, cerveza que me estoy tomando ahora mismo.
El golpe ha sido una acción fortuita en que por mala suerte me he llevado un mal golpe, podríamos decir que son cosas que pasan, no ha habido intención y simplemente estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Dicho de otro modo son simplemente cosas que pasan, anécdotas que ocurren y a las que no hay que dar más importancia.
Durante el día de hoy (bueno ayer ya que para mi casi es ya la una de la madrugada) he recibido mas codazos, codazos de algo que se supone es tu compañero, algo que como en un equipo, está ahí para ayudarte, algo que no está para ponerte piedras ni para darte codazos.
En el básquet en tu afán de ayudar al conjunto, es habitual que se den golpes, incluso entre compañeros, es parte del juego, podríamos decir que es un riesgo asumido, y hay veces como hoy, que sin querer, un compañero te pone un ojo a la virulé, evidentemente no pasa absolutamente nada aparte de llevarte una galleta de más para casa pero como digo es algo que todos sabemos que puede pasar y que cuando ocurre es el 100% de las veces una acción involuntaria y de mala suerte.
Otras veces el codazo no es involuntario, es queriendo y queriendo hacer daño
Bien hoy (ayer para vosotros) en la vida fuera del parquet, en la vida real, algo o alguien que se supone tu compañero, ese compañero que tienes al lado, que debería ayudarte, protegerte, ha cogido y te ha soltado un codazo.
El problema es que a diferencia de mi compañero en el básquet, este no ha sido ni involuntario ni fruto de la mala suerte, ha sido a traición, ha sido a hacer daño, y lo peor del caso es que no ha hecho daño, porque todos sabíamos que ese compañero nos iba a dar, sabíamos que ese supuesto compañero nos iba a traicionar, iba a tratar de hacernos daño, y cuando eso ocurre uno ya se prepara para el golpe, y trata de mitigarlo.
Ese compañero del que hablo tiene un nombre y una importancia grande, ya que se llama justicia, en concreto tribunal supremo de justicia que no es más que uno de los órganos que existen para repartir justicia.
Ese tribunal supremo ha decidido archivar el caso de las conversaciones (lo llamaremos conversaciones por no llamarlo aberraciones) de Fernandez Díaz, esas en que se jactaban entre otras muchas cosas de haber destrozado el sistema sanitario catalán.
Seguramente mas de algún amigo mío abogado me dirá no Jordi la decisión es correcta porque la forma de obtener las pruebas ha sido incorrecta, y no se lo voy a discutir, pero tambien digo, que si yo estoy en el baño, y estando ahí, cerrado en el lavabo me entero de la conversación de los dos compañeros, esa en la que me ponen a parir o directamente me tratan de joder pues como que será información obtenida ilegalmente, una escucha ilegal, pero yo tomare las medidas que considere oportunas contra ese par de hijos de puta que me quieren joder.
Es muy triste que quienes se jactan de haber destrozado un sistema sanitario se marchen de rositas, era esperable, porque hace mucho tiempo que de esta pantomima de justicia que tenemos no espero nada, bueno si, que me joda lo menos posible, pero esta vez, aun sabiendo que iba a pasar esto, me molesta.
Y no me molesta por mí, sino por todas las personas que por culpa de ese destrozo organizado por estos caballeros han sufrido y sufren, me sabe mal por esas personas que por culpa de ese destrozo igual han muerto o han visto como sus condiciones físicas y su calidad de vida han empeorado.
La justicia con esas personas ha sido injustas, ha sido cruel, ha sido malvada, en vez de estar ahí, para protegerlos, para ayudarlos les ha dado un codazo en la cara, pero a diferencia de lo que ha pasado hoy con Capi, que me ha dado un codazo sin querer, sin voluntad de hacer daño, la justicia a todos y en especial a esas personas que han sufrido los destrozos les ha dado un codazo con mala leche, con ánimo de hacer el máximo de daño posible y a traición, y eso es lo mas triste.
Cuando pasan estas cosas, me viene siempre a la mente un poema de Martin Niemöller, un escritor alemán nacido en 1892 que era teólogo, poeta, capitán de submarino y militante de la resistencia contra los nazis, el poema decía esto:
| Original | Traducción |
| Als die Nazis die Kommunisten holten, habe ich geschwiegen; ich war ja kein Kommunist.Als sie die Sozialdemokraten einsperrten, habe ich geschwiegen; ich war ja kein Sozialdemokrat. Als sie die Gewerkschafter holten, Als sie die Juden holten, Als sie mich holten, |
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista,Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata, Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, Cuando vinieron a llevarse a los judíos, Cuando vinieron a buscarme, |
Esperemos que cuando vengan a buscarnos a nosotros…aun quede alguien que no solo pueda protestar…sino que ademas…lo haga.
cosasdejordi 
Deja una respuesta