Buenos días, buenos post, cuanto hacia que no empezaba así un post, bueno y cuanto tengo abandonado el blog, porque lo cierto es que últimamente escribo poquito en el blog, demasiado poco.
Pero vaya vayamos al grano, el titulo de este blog es Cosas de Jordi, cosas que solo me pasan a mí y hoy os voy a contar algo (tras enrollarme un poco eso sí) que es una cosa que solo me pasa a mí, o algún otro gilipollas…como yo.
Pero antes de contaros el que os contare algo a lo que todo jugador de baloncesto está expuesto y en el 99% de los casos ha sufrido.
Os preguntareis que narices es eso a lo que el 99% de los jugadores de baloncesto (grupo en el que estoy incluido, tanto por jugador de baloncesto como por ser parte de ese 99%), pues bien a eso que estamos expuestos el 99% de los jugadores de baloncesto es a sufrir una entorsis de una articulación.
En concreto lo más habitual es que sea una entorsis de la articulación maleo tibial, y sobre todo que se vea afectado el LPAE, que dicho en cristiano es el ligamento peroneo astragalino externo.
Esa entorsis suele producirse porque cuando uno aterriza tras un salto suele pisar a un rival o compañero (esa es la causa más común, en mi caso hay que unir el pequeño detalle que tener unos tobillos de cristal de murano) que provocan que tu tobillo se doble de mala manera.
Bien servidor aparte de un poco imbécil por usar terminología médica como entorsis, LPAE o maleo tibial pues tiene bastante experiencia en entorsis de tobillos, básicamente por que los míos son no de cristal, son de cristal de murano.
Bien pues en el tema de doblarse tobillos (entorsis) tengo un máster cum laude ya que como digo tengo experiencia en ese tema, me he hecho esguinces y dobladas de tobillo de formas de lo más variadas y curiosas.
Evidentemente me los he hecho jugando al baloncesto, que es lo más habitual, también haciendo la cabra loca con Ramón por las montañas, para ser exactos bajando corriendo por pedregales tras subir alguna montaña.
Me he llegado a hacer un esguince bajando del autobús mientras me iba a un partido, es más me acuerdo hasta del bus, un 74 que al bajar en plaza Virrei Amat me puse el pie a la altura de la oreja, eso sí, con el pie como una bota…jugué contra Alisos, suerte que ese sábado mi padre me fue a buscar, porque cuando me quite la venda, se me puso el pie como una bota.
Pero vaya lo cierto es que eso no es algo que solo me pase a mí, le pasa a mucha gente, bueno lo de hacerse un esguince bajando de una autobús quizás sea menos común y podríamos incluirlo en la categoría de cosas que solo me pasan a mí, pero creo que tengo algo…que incluso lo supera.
No sé cuántos de los lectores, si es que hay alguno, pero una de mis otras pasiones, aparte del baloncesto, es el esquí, un deporte en el que las lesiones típicas son dejarse la cara contra la nieve, o ponerse una rodilla a la altura de la oreja.
Si practicáis el esquí sabréis que las botas que uno se pone son…rígidas, pero rígidas, rígidas, es imposible mover el pie dentro de una bota de esquí, básicamente porque es un elemento totalmente rígido.
Bien pues yo debo ser el único gilipollas del mundo que ha sido capaz de torcerse un tobillo…con una puta bota de esquí puesta.
La cosa es que encima me la he pegado…en una jodida pista azul, una pista muy fácil, iba persiguiendo a Carla que iba a tumba abierta, y yo detrás…”controlando”…y si he controlado la ostia que me he metido, que ha sido de órdago.
Supongo que he tocado algún montículo y se me ha movido el esquí, provocando que se me cruzara con el otro y tropezara…la verdad cuando he notado que me saltaba el esquí lo primero que he pensado ha sido…ay la rodilla….pero cuando he notado que el tobillo….se medio movía…he pensado…esto…solo me pasa a mí.
Y como este blog, es para cosas que solo me pasan a mi…pues por eso os lo he contado…por eso y porque estaba un pelin aburridote jejejeje.
En fin que tengáis una muy feliz salida de año y una mejor entrada en el 2017, solo espero que en este próximo año….no me doble el tobillo esquiando…porque manda huevos.
cosasdejordi 
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