Navidad, a priori época de felicidad, época de reencuentro, época de amor y fraternidad, al menos esa es la teoría, pero… ¿Qué es la navidad en realidad?
Bien pues la navidad no deja de ser una época como otra cualquiera pero que por la razón que sea nos hemos inventado que es época de felicidad, de reencuentro, de amor y de fraternidad, y se ha decidido que sea en navidad como se podía haber decidido que fuera en pleno mes marzo.
Quizás lo de reencuentro tenga que ver con el hecho que en el hemisferio norte la navidad recae en épocas básicamente invernales, quizás el hecho de que hace frio ayude al reencuentro, porque vaya eso de juntarse en un piso de 70 m2 toda la familia solo puede tener como objetivo, calentarse (y ahorrar en calefacción).
La cosa es que tu llegas, y como tengas la desgracia de sentarte lejos de la puerta simplemente has muerto, ya que esa mesa de 17, que incluye la abuela de 80 años que la ves que al principio esta contentísima de tener a toda la familia junta, pero que 1 hora después la ves desquiciada, y ojo lógico, porque los críos están ahí chillando como cafres, corriendo por el minúsculo espacio que queda en ese comedor de 15 m cuadrados, vale ponle 20 m cuadrados, la parte fumadora de la familia sacando humo como si no hubiera mañana, y la gente que sin querer va aumentado el volumen de la voz, un aumento que va increscendo a medida que van cayendo botellas de vino, cava y/o licores varios.
Ese coctel regado con comidas de esas que dices, esto solo verlo engorda, y encima que de forma mágica, quien sea el anfitrión, te hace aparecer mas comida en el plato, (si tenemos en cuenta que el anfitrión o es tu madre, o es tu suegra simplemente NO HAY HUEVOS a decir que no).
Pero vaya, lo peor no es la comida, lo peor es la repetición, porque hoy vamos a casa mi madre, mañana a casa mi mujer, y reza porque los padres de ninguna parte de la pareja estén separados, porque entonces lo multiplicas y eso equivale a 15 kg mas en 7 días.
Pero saltemos a la parte del amor y la fraternidad, veamos, si me he pasado un año, sin ver a determinadas personas, digo yo, que será por algo, quizás simple falta de afinidad, porque pelotas he de verlos en navidad, yo cuando quiero ver a alguien (a menos que me días no es que tal vive en Boston, Suiza o donde Cristo perdió la alpargata) lo veo, es tan simple como coger el teléfono, el whatsapp y o llamarlo o enviarle un whatsapp (aunque sí es cierto que con gente que quieres a veces la distancia hace que la relación se enfrié, pero vaya es cuestión de coger el teléfono…y llamar, y no hace falta que sea por navidad).
A mí la verdad es que la época de navidad, no me gusta, pero no me gusta nada, al contrario, me genera un estrés que repercute negativamente en mi salud, tanto mental como física, tanta reunión y comilona me agotan, y el estrés de todo lo que conlleva la navidad me provoca un aumento de frecuencias en mis migrañas.
Yo la verdad creo que la navidad no es más que una operación de marketing para que gastes, para que compres, para que consumas, ese familiar cabro, seguirá siendo un cabro sea navidad o mes de agosto.
Yo la verdad, no necesito la navidad para reunirme con nadie, tengo todo el año, y esta época simplemente me parece hipócrita, y quizás ese sea el problema, que yo no lo soy, y digo las cosas como las pienso, quizás por eso estas épocas de paz, amistad, amor y fraternidad me parecen el timo de la estampita.
Si pudiera estos días emigraba, me iba a un sitio lejos, con mi mujer y con mi hija, y entre caipiriña y caipiriña, o entre esquiada y esquiada os deseaba a todos una muy feliz navidad….pero lejos.
cosasdejordi 
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