Hace ya muchos años, cuando yo era juvenil que me paso una cosa que me marco, en si fueron dos cosas que me marcaron, ambas cosas que me dijo mi padre, don Josep Perramón, y ambas fueron dos simples frases.
Dos frases que simplemente después he aplicado no solo al baloncesto, las he aplicado a todo, porque son dos frases que la verdad les encuentro un sentido total y absoluto.
La primera fue la que me dijo al fichar por el SESE, para ser exactos antes de fichar por el SESE, la frase fue:
Si te comprometes a jugar, lo haces con todas sus consecuencias, y si jugar equivale a dejar de hacer otras cosas tendrás que dejar de hacerlas
La verdad es que compromiso es algo que a día de hoy se ve cada vez menos, pero esa frase me enseño que cuando uno se compromete con lo que sea ha de cumplir, no puedes coger y dejar colgado a quien sea por el simple hecho de que no te apetezca hacer una cosa o ir a algún lado.
Creo que mis entrenadores jamás se han podido quejar de mi por compromiso, jugase mucho o poco siempre he estado allí (jugando lesionado si hacia falta) y lo cierto es que muy poquitos entrenos o partidos me he perdido y si lo he hecho ha sido por fuerzas de causa mayor o directamente por estar lesionado, aunque cojo iba igualmente a estar al lado de mis compañeros.
La otra frase me la dijo mi padre tras un partido en Suria, un partido en que escasamente jugué 6 min, y del que salí con la cabeza gacha y algo cabreado, mi padre me pregunto:
Jordi, que et passa? // ¿Jordi que te pasa?
Y yo le dije que estaba cabreado e indignado por haber jugado poco, ahí mi padre me dio una lección (una más) y me dijo:
Jordi, en vez de lamentarte por jugar poco lo que has de hacer es entrenar más y más duro, y obligar con eso a que el entrenador no tenga otro remedio que ponerte en pista
Lo cierto es que le hice caso, y por suerte he sido titular en casi todos los equipos en los que he estado, y cuando he estado en alguno en que no jugaba tanto me he esforzado al máximo para convencer al entrenador de turno que no ponerme era un error.
Aplicado a la vida real, al día a día podríamos decir que el que la sigue la consigue, sirve de poco lamentarse de las cosas, lo que hay que hacer es trabajar para que se den las oportunidades, hay que buscar esas oportunidades para que el entrenador, tu jefe o quien sea se dé cuenta de tu valía y eso se demuestra no un día de forma puntual, se demuestra con el trabajo diario.
Son dos simples frases, si te comprometes has de ir siempre y entrena más y mejor para que el entrenador no tenga más remedio que ponerte, pero son dos frases que me dijo mi padre con 16 – 17 años y que me marcaron positivamente.
Quizás si todos nos comprometiéramos más con las cosas nos iría todo mucho mejor, quizás menos quejarnos de que esto está mal, y más hacer para que eso deje de estar mal y, por otro lado, quizás si todos currásemos con más ahínco, con más ganas acabaríamos obligando a nuestro jefe a reconocer nuestros méritos (o nos ayudaría a encontrar un mejor trabajo)
Son dos simples frases, pero dos frases potentes, llenas de sentido, significado y responsabilidad (al menos para mí), responsabilidad para con los demás con tu compromiso, y de sentido porque simplemente lo tienen.
En fin, hacia demasiado que no escribía en el blog, pero se acerca el verano y seguro que tendré ratitos para contaros cosas, ya sean frases de mi padre o cualquier otra cosa que se me pase por la cabeza.
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