Vuelvo al blog, que hace días que no os cuento nada de nada, y lo cierto es que ahora mismo tampoco se muy bien que contaros, aunque alguna cosa saldrá…siempre sale así que si no tenéis nada mejor que hacer, seguid leyendo, y si tenéis algo mejor que hacer… ya tardáis en hacerlo, no procrastinéis leches.
Procrastinar, la verdad es que es una palabra curiosa, una palabra que como bien sabéis, y si no lo sabéis os lo cuento, viene a significar dejar de hacer cosas importantes y hacer otras menos importantes, no se tipo he de salvar la vida a un moribundo pero me pongo a jugar al Candy Crash que es menos complejo o a ordenar papeles que es menos sanguinolento.
La verdad es que todos tenemos un poco de tendencia a la procrastinación, a dejar para mañana cosas que deberíamos hacer hoy y eso es un error, a veces mayor, a veces menor, pero error al fin y al cabo.
En Andalucía hemos visto un caso grave de procrastinación, un tengo que ir a votar, porque es importante y la gente coño, es que no me apetecía, joder es que hay cola allí, me caguen la leche que no reparten pinchos en la cola o lo que fuese, pero al final han dejado lo importante, el ir a votar, y han decidido (libremente) hacer otra cosa.
El problema de procrastinar es que si no vas con ojo, puede que te acabe pillando el toro, vaya que esa faena que tenias que hacer, se quede sin hacer, y cuando quieres hacerla…catacrasca, es tarde y se te han colado como sin querer 12 diputados de VOX…y porque…por procrastinar.
Luego eso que era importante y no has hecho, eso que has procrastinado, se transforma en que sales a la calle a protestar porque un partido fascista ha entrado en el parlamento andaluz, bueno uno no, hay ya tres, pero eso es harina de otro costal.
Y porque… por tu propia culpa, por no hacer lo que tenias que hacer cuando lo tenias que hacer, por procrastinar, por dejar para mañana…lo que podías y debías hacer hoy.
Los procrastinadores tienen luego la mala costumbre de echarle las culpas a un tercero de que no se ha hecho lo que tocaba, es que me distrajeron con esto, con aquello, con lo otro, es que me estaba pelando el plátano y claro uno se pierde en la lujuria y no me iba a ir al colegio electoral, que tenía faena entre manos.
Lo peor del caso no es que uno procrastine, que puede pasar, lo peor es que la inmensa mayoría, procrastinan y no aprenden la lección, será que aprender de sus errores también lo dejan para una mejor ocasión.
En fin me voy a procrastinar un rato, que entre ver la tele o tocarme las narices no se decidir que es mas importante…así que escribo un post idiota sobre procrastinación
Deja una respuesta